El alcalde Eric Adams instó a su fe cristiana porque dijo uno de sus «momentos oscuros» en su vida, un caso de corrupción federal desestimado a principios de este mes.
Hablando en un servicio de Pascua lleno en la recuperación del Templo del Templo en Brooklyn el domingo, Adams identificó el debut como parte del examen divino Shobaric y su viaje espiritual.
«Hace quince meses, me acusaron de luchar por esta ciudad», dijo. «Mucha gente dijo: ‘Ha terminado’. Mucha gente dijo: «Su vida ha terminado». Fui amenazado por un prisión de 35 años y el día en que me acusaron de una oficina del fiscal más agresiva … Me paré frente a todos los medios y les dije que mi fe en Dios es más fuerte que ahora.
Adams fue acusado de violar el soborno y la campaña, un juez federal cargos desestimados con superstición, lo que significa que no pueden recuperarse. Cuando la acusación se declaró por primera vez, negó el error.
El domingo, adjuntó la terrible experiencia a una llamada más alta.
«Cuando se desestimó la queja, la gente dijo: ‘¿Quién fue despedido?’ Lo dije entonces y lo uso ahora a quien usa «, dijo. «Y no es mío pedirle a Dios Shawar. Es mío entender a Dios Subar».
Mientras Adams refleja su apuesta independiente por su lucha legal y reelección, enfatizó su firme creencia de que su viaje se realizó con un propósito superior.
Adams dijo: «No sé qué me depara el futuro». «Pero la gente piensa que se prescribe que no está determinado por sus resultados. En mis momentos más oscuros, sabía que nunca enterraron. Simplemente fueron plantados para el siguiente nivel de lo que me dije que hiciera».
En unos 10 minutos de discurso, Adams volvió a los temas de traición, injusticia sistemática y liberación, pidiendo la memoria de su madre y su propia pelea en Queens.
«Esa es mi gloria. Esa no es mi historia», dijo. «Mi historia es tu historia».
Adams cerró prometiendo continuar su misión como servidor público administrado por Faith.
«Todas las mañanas enciendo mi GPS cuando me despierto: la ubicación y el satélite de mi Dios es el satélite. Él me impulsa. Dejé ir y le di a Dios al Dios».